Mujeres Guerreras Celestiales
Son ángeles guerreros y se los representa con
armaduras; son el ejército del Padre. El jefe
o príncipe es el Arcángel Miguel.
Desde este coro se coloca sobre cada ser un Ángel de Protección con el
propósito de proteger
la materia, que lo acompaña durante todas las
existencias que se tienen en una vida desde el
momento en que aparece por primera vez como
humano, hasta 108 veces. Luchan contra el plano
astral más denso y se los invoca para
librarse de entidades y pensamientos negativos.
Equilibran y reconcilian los opuestos (por ejemplo, donde hay oscuridad
buscan la luz). Es
un coro muy grande y de él depende el
equilibrio entre el bien y el mal.
A este coro pertenecen los Angeles del Nacimiento y los Ángeles de la
Muerte, que son los
que acompañan al ser cuando viene a este
plano y también lo llevan de vuelta, ayudando a
despegar sus cuerpos de este plano, cortando
el cordón de plata con la huadaña.
Este coro angélico tiene a su cargo que nunca el mal supere al bien.
Los ángeles también pueden
desplazarse a grandes velocidades, velocidades muy superiores a las conocidas
en el mundo físico. Por ejemplo, una de las veces en que Daniel estuvo orando,
Dios envió a un ángel para contestar su oración, y este llegó a los pocos
instantes, aun antes de que concluyera la
oración.
Los ángeles, en forma y
característica, se parecen a los seres humanos. Comen y beben, caminan y
conversan, y se comportan en general como nosotros; pero a diferencia de
nosotros, son incorruptibles, inmortales, perfectos, y fuertes en el poder con
el cual Dios los ha investido para la ejecución de
sus propósitos. Ellos tienen poder para atravesar el espacio; pero no necesitan
alas para hacerlo, pues Jesucristo subió al cielo sin la ayuda de tales
apéndices. Sólo es necesario poseer poder para contrarrestar
la influencia de la gravitación física, y la capacidad para manejarlo a
voluntad. Este poder mora en los ángeles y en Jesucristo, y parece ser
generalmente la característica de los cuerpos espirituales. En los
ángeles observamos un ejemplo de lo que los santos serán después de la
resurrección.
VIRTUDES
Trabajan con la energía de sabiduría y el
director es Dios. Se caracterizan por ser pequeñas
y muchas, y traen rápidamente energía
espiritual. Son hacedoras de milagros; trasladan la]
luz al planeta, son muy rápidas.
Transmiten mayor cantidad de energía espiritual en menor tiempo. Se les
quita figura por su
rapidez, por eso generalmente se las simboliza
como una carita con alas; traen la respuesta
de Dios en situaciones extremas.
Traen la energía búdhica necesaria para que se realice lo que el ser
considera un milagro,
por ejemplo una resurrección, alguien
imposibilitado de caminar y que comienza a hacerlo,
etc. Producen una transformación en la
materia.
A medida que más grupos humanos aprendan a trabajar con las virtudes,
habrá una mayor
infusión de energía espiritual disponible
para nuestro planeta.
PRINCIPADOS
Están dirigidos por el Arcángel Uriel. Desde
este coro es colocado sobre cada ser un ángel
con el propósito de suministrarle todo lo que
pueda necesitar.
Son los grandes ángeles que rigen los reinos elementales y los contienen
dentro del orden
divino; son los guardianes de los grandes
grupos, de los países y naciones, de las ciudades,
de nuestro barrio, nuestra manzana, nuestra
casa, animales y plantas. También son ángeles
integradores; acuden según nuestras
necesidades o en momentos de desesperación.
Dentro de los Principados existen y trabajan nueve coros más (sólo para
el reino humano) que
cumplen distintas actividades: hacer trabajos
internos para la contemplación; desarmar
energías del plano astral denso; para
aquietamiento pre-meditativo; para lograr quietud en
situaciones que se viven como extremas; para
adquirir fuerzas y resolver situaciones sin
temor, etc.
Nos dan discernimiento, son ejecutores del dar. Sus virtudes son
servicio, suministro,
serenidad, paz y sanación psicosomática. Hay
que pedirles todo lo que queremos sin pensar en
cómo lo
queremos.
Los Principados también atienden a los reinos mineral, vegetal, animal y
humano.