Mujeres Guerreras Romanas

Mujeres Guerreras Romanas


BELONA




Diosa del matrimonio y del hogar.
Tiene por atributo un pavo real en cuya cola colocó los ojos de Argos. Se la
representa generalmente bajo un arco iris, con el cetro en la mano y coronada.
Diosa de la fidelidad, máxima deidad femenina del Olimpo, hermana y esposa de
Júpiter, quien no era muy fiel con ella. Madre de Hebe, Ilithía, Marte y
Vulcano. Hija de Saturno y Rea.
La diosa Juno, en la mitología romana era la reina de los dioses. Mujer y
hermana del dios Júpiter. Era la protectora de las mujeres y protectora
especial del Estado Romano. Las fiestas en su honor se celebraban el 1 de
marzo.
El nombre del mes de junio proviene del de la diosa Juno.

JUNO




Belona, en la mitología romana, era la diosa de la guerra.
Se describe a Belona como la hermana, hija o esposa del dios romano de la
guerra Marte. Su nombre está directamente relacionado con la palabra moderna
beligerante (literalmente: 'que está en guerra'). En el arte, se le representa
con casco, espada, lanza y antorcha.
Se la representa armada de pies a cabeza, ostentando en su mano una antorcha
encendida o los rayos de la guerra. Sus sacerdotes celebraban fiestas en su
honor persiguiéndose unos a otros con sable en mano y combatiéndose hasta que
hubiese efusión de sangre.

MINERVA




Minerva era la diosa de la sabiduría, era una diosa guerrera (además
era virgen al igual que la diosa Diana). Se le atribuía la invención de las
ciencias, del arte y de la agricultura.
Minerva nació de la cabeza de Júpiter. Este dios sintió un dolor de cabeza de
tal magnitud que pidió al dios Vulcano (dios del fuego y forjador de espadas)
que le proporcionara un golpe con una de sus herramientas. Al hacerlo, rompió
la cabeza de Júpiter y de la herida surgió la diosa Minerva vestida de armadura
y armada con lanza y escudo. Minerva era una diosa protectora de los guerreros
que luchaban por causas justas (muy contrario a Marte, dios de la guerra, quien
solo actuaba por placer puro de la lucha). Además protegía la sabiduría y ciertas
artes medicinales.
Una de las principales características de Minerva, era que su mascota era un
búho, de enorme sabiduría, consejero incluso de los seres humanos .
Se la representa con un talle elegante, armada de pies a cabeza, con una pica
en la mano, la égida a piel de cabra, con la cabeza de Medusa, en el pecho.
Esta misma cabeza se ve también en el escudo de la diosa que tiene por
atributos el búho y el olivo.

DIANA




Diosa romana de la caza de los animales salvajes, especialmente de
los osos, era también la diosa del parto, de la fertilidad, los bosques, de la
naturaleza y de las cosechas. Era la guardiana de las corrientes y los
manantiales y protectora de los animales salvajes.
Extraordinariamente hermosa. Su nombre significa Divina pero también luminosa
por su relación con la Luna.
Hija de Júpiter y Latona, hermana gemela de Apolo. Vestida con una estola de
algodón, sandalias de cuero y diadema con un cuarto de luna, en ocasiones se
representa con una antorcha que representa la luz, lleva una carcaza con
flechas y un arco de madera y latón.
Su dominio son los espacios salvajes. También es compañera y protectora de las
amazonas, mujeres guerreras que dedicaban su vida a la contienda y a la caza.
Diana era originalmente una diosa de la fertilidad, las mujeres la adoraban
principalmente por este motivo, igualmente se relacionaba con los nacimientos
fáciles. También es alabada por proporcionar una muerte dulce y plácida a las
muchachas jóvenes que mueren durante el parto.

FLORA




En la mitología romana, Flora era la diosa de las flores, los
jardines y la primavera. Aunque era una figura relativamente poco importante,
estando entre otras diosas de la fertilidad, su asociación con la primavera le
otorgaba particular importancia al llegar dicha época del año. Su festividad,
la Floralia, se celebraba en abril o a principios de mayo y simbolizaba la
renovación del ciclo de la vida, marcada con bailes, bebidas y flores.
Esposa de unos de los dioses del viento, Céfiro. Se la representaba coronada
con guirnaldas y con unos canastillos de flores, que esparce a manos llenas en
torno suyo.

VENUS




Diosa de la hermosura y de los placeres, fue formada de la espuma
del mar , vestida de espléndida cabellera que adorna su desnudez. Es el
principio de la fecundidad y de la generación universal, es el planeta Venus y
es la Luna al mismo tiempo, quien preside y promueve desde el cielo toda
fecundidad.
Es hija de Júpiter y novia de Marte, dios de la guerra, madre del Amor, de las
Gracias, de los Juegos, de las Risas, de Priapo y de Eneas. Esposa de Vulcano,
el más feo de todos los dioses, dios de la forja de los metales, a quien le era
infiel a menudo. Entre sus muchos amantes estaba Marte, el bello pastor Adonis
y Anquises.

VESTA




En la mitología romana, Vesta era la diosa del hogar, venerada en un
ámbito doméstico como una divinidad casera.
Se la representa con una antorcha en la mano y una patera para derramar
perfumes en el fuego sagrado. Las vírgenes que los romanos llamaban Vestales
estaban encargadas de mantener constantemente encendido el fuego en sus
altares. A principios de junio cada año se celebraban fiestas en honor a Vesta,
llamadas Vestalia.

CERES




Era hija de Saturno y Ops, hermana y esposa de Júpiter, y hermana de
Juno.
Diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad, y por consiguiente, de
las mieses.
Se la representa por lo general en lo mejor de la edad, coronada de espigas,
con una hoz en la mano derecha y un manojo de trigo en la izquierda.
Enseñó a los hombres el arte de cultivar la tierra, de sembrar, recoger el
trigo y elaborar pan, lo que hizo que fuese considerada la diosa de la
agricultura.
La palabra cereal deriva de su nombre. Su festividad más importante, las
Cerealia, se celebra del 12 al 19 de abril.

PROSERPINA




Diosa romana de los infiernos. Hija de Ceres y Júpiter. En sus
orígenes era una modesta divinidad agraria que presidía el crecimiento del
trigo y que más tarde fue raptada por Plutón a los infiernos.
Proserpina es la reina del Mundo Subterráneo. Plutón se la llevó y por haber
comido un grano de granada en el Mundo Subterráneo tuvo que dividir su tiempo
entre los dos mundos, el superior y el subterráneo. Cuando Proserpina fue
raptada, una náyade, Cíane que era su compañera, trató de impedirlo pero no
pudo hacer nada contra el dios y, llena de dolor, se disolvió en lágrimas.
Cuando Plutón raptó a Proserpina, Ceres salió a buscar a su hija por toda la
tierra, de día y de noche, con antorchas.