El Rey Sabio Salomón (parte 1)

La Santa Inquisición


Escudo de la Santa Inquisición. Del latín “inquisitio – inquisitionis” ---Indagación o investigación para conseguir una información--- , fue un tribunal eclesiástico establecido para perseguir la herejía y demás delitos contra la fe. Históricamente tuvo dos manifestaciones distintas: la Inquisición medieval (o Santa Inquisición), directamente vinculada al pontificado, y la Inquisición española, establecida por los Reyes Católicos. El primitivo Tribunal de la Inquisición fue creado por Gregorio IX en 1231 (siglo XIII) con el objeto de frenar el avance de la herejía de los albigenses en el sur de Francia. La tortura fue admitida en 1252 por Inocencio IV como procedimiento procesal para obtener la confesión.

Las malas lecturas son frecuentes a causa de la perdición de las almas es cosa que se ha repetido, sobre todo entre las gentes poco aficionadas a leer. Hombres que aprendieron maravillas, tales como predecir el porvenir, encontrar tesoros, ligar o desligar voluntades, etc.., etc.

Ariosto discurrió con su ironía peculiar acerca de los libros mágicos, usados por los hombres, cosa difícil en otros tiempos, la de adquirir un texto de éstos; más difícil aún llegar a escribirlo y que pasara de generación en generación, pese a persecuciones y quemas.

En España repetidas veces se han recogido o quemado libros de Magia, sobre todo los escritos en hebreo, árabe o aljamía. Pero contra lo que pensaba Samaniego de las obras de su rival Iriarte (es decir, que nunca serían leídas ‘aunque’ las prohibiese el Santo Oficio), ha habido algunos de tales formularios que han sobrevivido, no solo a las prohibiciones, sino también a las destrucciones. La aparición reciente de un estudio de la señora Ursula Lamb, esposa del físico norteamericano Willis Eugene Lamb e investigadora concienzuda en materias histórico-culturales, relativas a la época del Renacimiento, trata con los libros mágicos de esta especie y añade de su propia cosecha.

Uno de los sabios que escribió libros mágicos fue el rey Salomón. Su sabiduría esotérica, según la tradición, ha ido “haciéndose y rehaciéndose” en el curso de los tiempos, traduciéndose e imprimiéndose después una y otra vez desvelando su contenido a personas de épocas muy distintas: desde la Edad Media hasta el siglo XIX y aún el XX.

La ‘Clavícula de Salomón’, nunca ha existido como obra salomónica ni nada por el estilo. La Clavícula parece ser, en principio, la síntesis o la quintaesencia de toda una serie de escritos mágicos, atribuidos al rey sabio. Se consideró la obra mejor expuesta al resultado del ‘Ars notoria’, la ciencia el mismo Salomón había adquirido en un momento, sin esfuerzo alguno y sobre la que se afirmó había escrito también algo especial. La fama del rey como mago remonta a la Edad Antigua y parte de los mismos textos bíblicos. Dios, en efecto, le dio en un sueño toda la sabiduría imaginable. Así se dice en el Libro de los Reyes (V, 5-15).


La llave menor de Salomón o Lemegeton Clavicula Salomonis (la "Clavicula Salomonis" o Llave de Salomón, es un libro anterior a éste) es un grimorio anónimo del siglo XVII, y uno de los más populares libros de demonología. Ha sido largamente conocido como el Lemegeton, aunque ese nombre es considerado incorrecto. Aunque apareció en el siglo XVII, muchos de sus textos datan del siglo XVI, incluyendo el Pseudomonarchia daemonum, de Johann Weyer y grimorios de la baja edad media. Se cree que libros de la cábala judíos y de misticismo musulmán también fueron inspiraciones. Algo del material, en la primera sección, acerca de la invocación de demonios, es del siglo XIV o anterior.El libro proclama haber sido escrito por el Rey Salomón, aunque esto es certeramente incorrecto. Los títulos de nobleza asignados a los demonios no existían en esa época, así como tampoco las alabanzas a Jesús y a la Santísima Trinidad incluidas en el texto. La llave menor de Salomón contiene detalladas descripciones de espíritus, así como los conjuros necesarios para invocarlos y hacer lo que el conjurador (aquí llamado exorcista) los obligue a hacer. En él se detallan los círculos protectores y los rituales que deberán hacerse, las acciones necesarias para evitar que los espíritus tomen el control, las preparaciones previas a la invocación y las instrucciones para hacer los objetos que se emplearán en el ritual. La clavícula de Salomon es en resumen, una formula para invocar espiritus o para espantarlos, supuestamente gozando de la proteccion de Dios.



Posteriormente, los árabes desarrollaron la ‘leyenda’ en torno al rey y en
parte ya por los padres de la Iglesia, hubo de contribuir a aquella ‘sabiduría’.
Dice la leyenda que sus obras mágicas fueron guardadas bajo su trono en tanto
se terminaba de construir el templo por los demonios y que después todas desaparecieron
en un incendio quedando solo el ‘Testamento’ y la ‘Clavícula’.

Flavio Josefa, San Jerónimo y Orígenes nos enseña un testimonio fundamental
respecto a los libros salomónicos, a los que se llama ‘Magia Salomonis’

Así, pues, resulta que la representación de Salomón como un gran mago,
aunque sea producto de fuentes judaicas y se desarrolle mucho en el Islam,
existe desde antiguo en países cristianos del Viejo Mundo, y desde Irlanda
hasta la península malaya y se impone a etnias y religiones. Leyendas
medievales francesas, alemanas e inglesas la tienen en cuenta, y la ‘Clavícula’
o una versión de ella se tradujo a todas las lenguas europeas, circulando aún
hoy día su problemático y variado saber mágico como real.



Puede pensarse que a principios de la era cristiana ya se había fijado
alguno de estos textos que se atribuían al hijo de David, que incluso se
consideraban como su testamento. Posteriormente, las colecciones se
multiplicaron y entraron a formar parte de magos y hechiceros de origen no
judío. Pero antes tuvieron, dentro de las comunidades israelitas, una historia
propia y autónoma y de las juderías de Occidente mucha expansión al parecer,
sobre todo en las ricas comunidades peninsulares e italianas. La literatura
apócrifa salomónica o más bien pseudosalomónica proliferó.

Los escolares cristianos, creyeron en la eficiencia de aquellas fórmulas y
hasta las debieron de ‘ampliar’. Las traducciones, sobre todo al latín, se
multiplicaron, y desde el momento en que empiezan a funcionar los tribunales
inquisitoriales dedicados a reprimir los ‘delitos contra la fe’, y fueron
objeto de persecución y muerte.



Sabemos que en pleno siglo XIV el inquisidor Eymerich mandó quemar en
Barcelona cierto libro llamado ‘Liber Salomonis’, dividido en siete partes, con
sacrificios, oraciones, oblaciones y consultas, escrito por Raimundo de
Tárrega, neófito de la Orden de Predicadores, a quien luego se confundió con
Raimundo Lulio; es el mismo inquisidor el que, en su ‘Directorio’ famoso, crea una
especie de catálogo sumario de los libros prohibidos, entre los cuales había
otros de Nigromancia.


La Clavícula parece ser, en principio, la síntesis o la quintaesencia de
toda una serie de escritos mágicos, atribuidos al rey sabio Salomón. Es la obra
en que se consideró que estaba mejor expuesto el resultado del ‘Ars notoria’,
la ciencia infusa, que el mismo Salomón había adquirido en un momento, sin
esfuerzo alguno y sobre la que se afirmó había escrito también algo especial.
La fama del rey como mago remonta a la Edad Antigua y parte de los mismos
textos bíblicos. Dios, en efecto, le dio en un sueño toda la sabiduría
imaginable. Así se dice en el Libro de los Reyes (V, 5-15).



"Ars Goetia". Por medio de la geometría, en la que Pitágoras y sus seguidores veían un simbolismo cósmico, el hexagrama y el pentagrama se convirtieron en expresión del cielo y su reflejo en la tierra, de lo divino y su reflejo en la creación, así como de la conexión entre el cielo y la tierra, el macrocosmos y el microcosmos, el espíritu y la materia. Podemos distinguir en el grabado el Triángulo del Arte. Aquí es donde el mago pone un espejo negro circular o la bola de cristal en un pie. Alrededor del triángulo se observan los nombres Tetragrammaton, Primeumaton y Anaphaxeton. En el interior del triángulo aparece el nombre de Michael (Miguel) separado en sus tres sílabas. A continuación está el círculo mágico en el que el mago se ubicará. Tiene muchos nombres sagrados de Dios escritos a su alrededor y en su borde interior. En el centro del círculo se muestran las letras Alfa y la Omega, junto con cuatro hexagramas. Como se puede ver, hay cuatro estrellas de cinco puntas, una en cada esquina del círculo. Una vela se coloca en el centro de cada una. El nombre Tetragrammaton se divide entre los cinco puntos de cada pentagrama.



Las traducciones, sobre todo al latín, se multiplicaron, y desde el momento
en que empiezan a funcionar los tribunales inquisitoriales dedicados a reprimir
los ‘delitos contra la fe’, se ve que fueron objeto de persecución y muerte. El
sábado 20 de agosto de 1440, Arnau Dezvall, lugarteniente de inquisidor,
entregaba al maestro Guillén de Torres, que parece le sustituía en la ciudad y
obispado de Barcelona, una serie de libros y objetos que habían pertenecido a
Pedro March ‘magister domorum’, procesado por hechicero, y entre ellos está la
‘Clavícula Salomonis’ y una segunda parte de la misma; todos los objetos y
libros fueron quemados. Pero, como vamos a ver, el efecto purificador del fuego
no fue decisivo, ya que cien y doscientos años después seguía habiendo
españoles que creían en la eficacia de la ‘Clavícula’ y la copiaban y
recopiaban, más o menos adulterada, corregida y aumentada; y junto a ella otros
libros de la misma catadura.




El talisman de Salomon tiene su base en el suelo y su
ápice llega hasta el cielo, y simboliza la armonía entre los elementos
opuestos. Por otra parte, refleja el orden cósmico, el movimiento de las
estrellas y los flujos establecidos entre el aire y el fuego, el cielo y la
tierra, lo que quiere decir que el talismán de Salomón simboliza el gobierno
por gracia divina y la sabiduría humana.



Grabado Alquímico en madera del Sello de Salomón con Ouroboros

Hay en este texto hasta veintiséis invocaciones de
entidades y una serie de fórmulas y procedimientos para levantar figuras, ligar
y contraligar, otras operaciones mágicas, conjuros, la descripción de los instrumentos
que se han de utilizar, pentáculos, sellos y evocaciones planetarias. El libro
está relacionado con el ‘Sefer Raziel’ de Eleazar de Worms (el Raziel de fray
Lope de Barrientos sin duda), obra llena asimismo de recetas mágicas:
talismanes, figuras, caracteres, filtros, fórmulas