Buena o mala suerte, ¿quién sabe?No te apures a juzgar lo que te depara la vida...
En una pequeña aldea había un hermoso caballo enamorado de una bella yegua del prado, siempre deseaba ir a su lado pero el trabajo que realizaba en la granja de su amo, no le dejaba tiempo para ir en busca de su amada.
El campesino era muy pobre y el rey del castillo de la aldea, quería comprarle el hemoso caballo, pero el viejo campesito rehusaba vendérselo. Todos los vecinos del lugar le animaban a verder el caballo para mejorar su economía.
-Para mí, este caballo no es solamente un animal, es un amigo. ¿Cómo puedo vender yo a un amigo?
Una mañana el labrador entró al establo y no encontró a su caballo. Al enterarse, los vecinos le dijeron:
- Te lo advertimos. Debiste haber vendido el caballo, te negaste y ahora te lo robaron. ¡Qué mala suerte tienes!
El viejo hombre les respondía:
- ¿Mala, o más bien buena suerte?
Todos se burlaban de él. Dos semanas después, el caballo regresó seguido de una manada de potros salvajes. Su caballo había escapado en busca de su amada y regresaba con una manada.
- ¡Qué suerte! -exclamaron los vecinos.
El viejo hombre inició entonces con su hijo la tarea de domar los caballos. Una semana más tarde, el muchacho se rompió una pierna entrenando a los potros.
- ¡Qué pena! ¿Es tan pobre este campesino que no puede contratar a nadie para este trabajo –comentaron los vecinos. El anciano les contestó:
- ¿Mala, o buena suerte?
Pasaron unas semanas, cuando de repente el ejército real llegó al pueblo y alistó a los jóvenes en sus filas para ir a la guerra, todos excepto el hijo del campesino que tenía una pierna rota.
- ¡Qué suerte tienes! -le dijeron los vecinos llorando-. A nuestros hijos se los llevaron a la guerra, mientras tu hijo permanecerá contigo. Conmovido, el viejo hombre replicó:
- Buena o mala suerte, ¿quién sabe?
ReflexiónLos caminos que nos depara la vida, son insospechados, todo sucede por una razón. Las posibilidades que nos ofrece un acontecimiento pueden ser dolorosas o gratificantes. Debemos extraer lo mejor de cada situación, hacer frente a las adversidades y usarlas para aprender y crecer.